Región y el Vino
El Alentejo está dividido en ocho sub-regiones: Portalegre, Borba, Évora, Reguen-gos, Granja-Amareleja, Moura, Redondo y Vidigueira, agrupadas en tres grupos distintos. Portalegre es la sub-región más original, con suelos predominantemente graníticos, influenciada por la altura de la Sierra de São Mamede. El paisaje ofrece multitud de parcelas de viñas viejas, plantadas en suaves pendientes de la sierra, beneficiándose de un microclima único que confiere frescura y complejidad.
Borba, Évora, Redondo y Reguengos personifican la identidad alentejana como tierra de armonía, en una proporción equilibrada entre la frescura y la fruta, la energía y la suavidad.
Las sub-regiones de Granja-Amareleja, Moura y Vidigueira, en el Sur de la deno-minación, ofrecen vinos más calientes y suaves, de tierras pobres e secas, donde la viña sufre con la dureza del clima y la pobreza de los suelos.
De las variedades blancas utilizadas hay que destacar como las más usadas Antão Vaz, Arinto y Roupeiro, además de las menos valorizadas Diagalves, Manteúdo, Perrum y Rabo de Ovelha. En las variedades tintas destacan Alfrocheiro, Alicante Bouschet, Aragonez, Castelão y Trincadeira, y en menor proporción Moreto, Tinta Caiada y Tinta Grossa.
Terroir y Climatología
Región de ondulantes planicies, el Alentejo muestra un paisaje relativamente suave y plano que se extiende por casi un tercio del Portugal continental.
Solo la Sierra de São Mamede, al norte de la denominación, se diferencia del patrón. Los suelos son muy variables y alternan entre pizarra, arcilla, mármol, granito y calcáreo, en una diversidad inusual.
El clima es claramente mediterráneo, caliente y seco, con fuerte influencia continental.