Archipiélago de Madeira
Los vinos de Madeira son licorosos con una capacidad de guarda casi ilimitada. En Madeira los viñedos se sitúan en terrazas debido a una orografía montañosa con profundos valles. Situada en el Atlántico Norte y en la misma latitud que Casablan-ca el clima es extraordinariamente templado y atlántico con poca variación de temperatura durante el año. Los suelos son volcánicos, fértiles, ricos en materia orgánica y ácidos.
Debido a las dificultades de maduración fisiológica de las uvas junto con altos rendimientos proporciona vinos con niveles muy altos de acidez, característico en todos los vinos. En los fortificados las variedades nobles son blancas clasificándo-se por su nivel de dulzor. Sercial, Verdelho,Boal y Malvasia, seco, medio seco, medio dulce y dulce.
Siendo la Terrantez la más escasa y cotizada en vino fortificado, la cepa más abun-dante con casi el 80% en la isla es la Tinta Negra, fácil de trabajar y apta para con-seguir diferentes tipos de dulzor en los Madeiras.